Dejar de fumar a cualquier edad tiene numerosos beneficios. Si bien cuanto antes lo dejes mejor, nunca es tarde para mejorar tu calidad de vida.
Los beneficios para tu salud son casi inmediatos y se multiplican progresivamente:
Tras 20 minutos: bajan a la normalidad la presión arterial y el ritmo del pulso.
Tras 8 horas: el monóxido de carbono en sangre baja y el nivel de oxígeno en la sangre aumenta.
Tras 24 horas: Disminuye el riesgo de ataque cardíaco súbito.
A las 48 horas: los sentidos del olfato y el gusto se comienzan a normalizar.
De 2 semanas a 3 meses: Mejora la circulación, los pulmones trabajan mejor y las heridas sanan más rápidamente.
De 1 a 9 meses: Los síntomas relacionados con el tabaquismo tales como tos, congestión nasal, fatiga, y dificultad respiratoria mejoran. Tendrás menos enfermedades, resfriados y ataques de asma.
Al año: Disminuye a la mitad el riesgo de enfermedad coronaria y mejora la energía.
Tras 5 años: Disminuye la tasa de muerte por cáncer de pulmon en un 50% al igual que el riesgo de cáncer de boca.
A los 10 años: el riesgo de cáncer disminuye a la mitad y el riesgo de accidente cerebrovascular y cáncer pulmonar ahora son similares a los de alguien que nunca ha fumado.
Otros beneficios para la salud:
- Menor probabilidad de coágulos de sangre.
- Menor riesgo de disfunción eréctil.
- Riesgo más bajo de esterilidad debido a daño en los espermatozoides.
Aún más beneficios:
- Tu aliento, ropa y cabello olerán mejor.
- Tus dedos y uñas de las manos lentamente perderán el color amarillo.
- Tus dientes manchados lentamente se pueden volver más blancos.
- Tus hijos estarán más saludables y serán menos propensos a empezar a fumar.
- Se puede facilitar más conseguir un trabajo.
- Puede ser más fácil encontrar pareja. Muchas personas no fuman y no les gusta estar entorno a gente que fume.
- Ahorrarás dinero.
Efectos en los no fumadores:
Si fumas, el consumo de tabaco no sólo afecta a tu salud, sino también a los que te rodean. La exposición al humo de tabaco ajeno causa un 30% de aumento en el riesgo de infarto y de cáncer de pulmón en los no fumadores. En los niños, la exposición es particularmente dañina provocando problemas respiratorios, infecciones del oído y el síndrome de muerte súbita del lactante. Las embarazadas expuestas también pueden sufrir complicaciones. Al dejar de fumar estos riesgos desaparecen.
